El maestro Esteban López Solís nació en la Ciudad de México el día dos de septiembre de 1918 y llegó a tierras chihuahuenses, con las misiones culturales, estableciéndose primeramente en Guerrero, a partir del 20 de septiembre de 1944. Dos años y tres meses después, se traslada a Cuauhtémoc (primero de enero de 1947), donde conoce a quien sería la compañera de su vida, Celia Quezada Tapia, que era sobrina de la señora Luisa Quezada Ramírez, esposa del líder agrarista local Belisario Chávez Ochoa.
El matrimonio de Don Esteban y doña Celia se celebró el día 24 de diciembre de 1947.
El maestro López Solís fue persona muy respetada en esta comunidad. Expuso siempre sus convicciones políticas y sociales con seriedad y su pensamiento se vio reflejado en representativos murales, pinturas y esculturas que merecieron el reconocimiento al autor, tanto en el Estado como en el país.
Este mentor fue maestro en escuelas estatales. Las Primarias en que impartió clases fueron la Leyes de Reforma, Benito Juárez, Águila Azteca, Abraham González, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón y 333 o Emiliano Zapata. Además, también fue maestro y uno de los fundadores de la Escuela Secundaria por Cooperación Justo Sierra.
En nuestra región, el maestro López Solís pintó dos murales célebres: Uno, dedicado al significado que para él representó el asentamiento menonita en estas llanuras, que se encuentra en el que fuera el céntrico Hotel Galo, en su tiempo ubicado en la Avenida Hidalgo. Otro, que es un homenaje al movimiento obrero, localizado en el edificio del Sindicato de Trabajadores de Celulosa, ubicado en Colonia Anáhuac.
Son de su autoría, además, la estatua dedicada al Centauro del Norte, que se localizó en la plaza Francisco Villa (obra empezada en 1955), la que fue retirada hace años para su reparación, sin haber sido colocada nuevamente en su pedestal. También fue autor del Monumento a la Madre, que se localiza en el Jardín de Niños Diez de Mayo y además del busto dedicado a la memoria de don Benito Juárez (1947), que se ubica en la Plaza principal, que lleva por nombre Ignacio Zaragoza. Las anteriores obras fueron y han sido representativas del acontecer histórico, educativo y cultural de Cuauhtémoc. En la ciudad de Delicias, también construyó un monumento a la madre, en 1955.
El maestro López Solís fue un promotor cultural incansable, ya que, en su recorrido por distintos lugares del estado, como parte de las misiones culturales, dejó en todos huellas de su creatividad artística: En Jiménez levantó también un monumento a la madre; en Meoqui, dejó dos esculturas, una de ellas que deja contemplar la cabeza y rostro de Miguel Hidalgo y otra las del Benemérito de las Américas.
También se conocen obras esculturales del maestro localizadas en la famosa Escuela 333 (busto a Emiliano Zapata), Escuela José María Morelos (rostro y cabeza de este héroe de la independencia), Escuela Miguel Hidalgo (rostro y cabeza del padre de la Patria).
Su obra pictórica, también, fue fecunda.
Además, el maestro López Solís fue líder social y se le considera entre los cofundadores de la Colonia popular Genaro Vázquez Rojas (hoy Colonia Benito Juárez), junto con el señor profesor Marcelino Martínez, Profr. Jorge Aguayo, profesor Alberto Heredia y el señor Raúl Córdova, quien después sería reconocido legalmente y socialmente como Raúl Zea Córdova.
En política, el maestro Esteban López fue dirigente del Partido Comunista Mexicano, en nuestra región, cuando dicha agrupación aún no tenía reconocimiento oficial. Posteriormente, le tocó vivir la fusión de este organismo político al Partido Socialista Unificado de México. A nivel nacional, se recuerda como diputados federales por este segmento de la izquierda mexicana a Valentín Campa y Arnoldo Martínez Verdugo.
Fue escritor prolífico. Lamentablemente, su obra se ha perdido en el tiempo, aunque es referido en bibliografías de obras de varios autores chihuahuenses, tales como Luis Aboites, Pedro Castro y otros.
Actualmente, la familia conserva algunos de sus escritos, contándose entre ellos diversas páginas dedicadas a la fundación de Cuauhtémoc y a la obra del agrarista Belisario Chávez Ochoa.
En 1947, el maestro Esteban López Solís enciende el ánimo de muchos cuauhtemenses y organiza el movimiento ajedrecista de Cuauhtémoc y al promover el primer campeonato regional de esta interesante actividad intelectual, le tocó entregar los trofeos al campeón de primera fuerza, Doctor Fidencio Sánchez Trillo (otro importante fundador de este movimiento), y al campeón de la segunda fuerza, Lic. Saúl González Herrera.
Los señores Esteban López Solís y Celia Quezada Tapia procrearon un hijo de nombre Esteban López Quezada, que estudió en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua y es un reconocido artista de la plástica chihuahuense, que ha participado en diversas Muestras Estatales de Pintura, organizadas bajo los auspicios de la Casa Redonda, en la capital del Estado. Además, ha sido expositor en diversas partes del Estado y del país y, sobretodo, en Cuauhtémoc, Chihuahua, su tierra entrañable.
El maestro Esteban López Solís dejó un legado de lucha por las libertades cívicas y políticas, por la expresión estética y por la divulgación del arte universal, nacional y regional. Falleció, en esta tierra adoptada por él, un 27 de mayo de 1998.Esteban López Solís, incansable formador y activista social que se convirtió en un referente del desarrollo cultural de Cuauhtémoc durante la segunda mitad del siglo XX. Y una forma de reconocer y revalorar su labor, a partir del año 2019, en Cd. Cuauhtémoc, Chih., dentro de las actividades del Festival de las Tres Culturas, se empezó a entregar la ”MEDALLA AL MERITO CULTURAL Y ARTÍSTICO – ESTEBAN LÓPEZ SOLÍS”.